martes, 24 de marzo de 2015

ENTRENAMIENTO = ¿EDUCACIÓN?



El pasado lunes 23 de Marzo de 2015 abordamos en clase la cuestión de la educación. En un momento dado, surgió la interrogante de si el deporte, o en este caso el entrenamiento nos aporta educación. La conclusión en cierto modo fue que el entrenamiento nos ayuda a conseguir un objetivo, un objetivo competitivo, una marca, una posición en una competición.
Al parecer, el entrenamiento en ningún caso constituye un modo de educación.
No obstante, no todos tenemos la misma opinión sobre este tema tan controvertido.
Me llamo Náyade Luján, llevo practicando atletismo desde los 8 años y nadie puede decirme que el deporte no lleva consigo una educación.
La educación no consiste en aprender a sumar, a restar, a saber los afluentes de los ríos, a saber realizar de la forma adecuada y precisa un lanzamiento a portería, la educación consiste en los valores que somos capaces de adquirir de cada aspecto de nuestra vida. 
Para mi, el deporte, como muchos otros aspectos de mi vida supone una gran fuente de educación.
He sido capaz de adquirir muchos valores a lo largo de mi vida, valores que me han ayudado a intentar ser una buena persona y muchos de todos estos valores los he obtenido gracias a este magnífico deporte como es el atletismo.
Saber tener rivales en la pista y amigos fuera de ella, saber alegrarte por la persona que te ha ganado porque antes que rival dentro de la pista es tu amigo fuera de ella, conseguir el valor del sacrificio, uno de los valores más importantes desde mi punto de vista, no solo el sacrificio nos hace conseguir marcas o ganas a nuestros adversarios, el sacrificio nos hace aspirar a más en todos los ámbitos de nuestra vida, nos hace aspirar a nuestros sueños por muy inalcanzables que parezcan, nos hace poder soñar con una realidad que parece muy lejana pero que en el fondo no está tan lejos de ser alcanzada.
El deporte nos atribuye valores, valores de amistad, de compromiso, de confianza, de compañerismo, de ayuda, de perdón, de superación personal, de dedicación... 
valores que trasladados a nuestra vida, nos hacen tener una personalidad capaz de conseguir todo lo que nos proponemos y no darnos por vencidos.

" sin esfuerzo no hay recompensa"




martes, 10 de marzo de 2015

EDUCAR/EDUCACIÓN.





 ¿És lo mismo educar que tener educación? Muchas personas atribuyen las dos palabras al mismo significado, educar es lo mismo que educación, un término que en normas generales se refiere a la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen y por otra parte a la transmisión de conocimientos a una persona para que esta adquiera una determinada formación. Podemos decir que educación y educar van unidas de la mano, no obstante, no significarán lo mismo. La educación es el valor en sí mismo, una persona es educada cuando pide las cosas por favor, cuando da las gracias, cuando se refiere a los mayores de usted, cuando habla con respeto, cuando trata con igualdad al resto de personas. Educar no obstante, se refiere a la acción del verbo, educar es enseñar a una persona a pedir perdón cuando es necesario, a dar las gracias cuando alguien nos ayuda, a saber cuando tenemos que tratar de forma educada a nuestro compañero, enseñar a hablar con respeto. Desde tiempos antiguos, la misión de educar siempre ha sido impartida por los profesores en las escuelas, los cuales nos enseñaban la forma en que teníamos que relacionarnos con el resto de compañeros ante las distintas situaciones que se daban en el día a día. Nuestros padres nos enseñan, nos educan para que el día de mañana tengamos educación, nuestros padres, profesores, las personas con las que nos relacionamos son nuestros educadores. No obstante, esto no tiene por qué ser siempre así, todos podemos autoeducarnos y tener educación, todos tenemos unos valores morales que nos hacen ver lo positivo y negativo de nuestros actos y gracias a los cuales podemos cambiarlos a mejor, lo cual supone una autoeducación por nuestra parte, ya que nadie tiene que venir a decirnos lo que hemos hecho está mal, nosotros mismos nos damos cuenta y decidimos la forma más apropiada de remendar el error. De este modo, todos tenemos educación, todos de un modo u otro tenemos un cierto grado de educación, aunque bien es cierto que no todas las personas son capaces de tener una educación positiva. Todos tenemos en la mente que el hecho de educar y ser educado en una sociedad se refiere a saber actuar moralmente ante situaciones desfavorables, saber perdonar, saber pedir perdón, saber cuando estamos haciendo las cosas mal y cambiarlas. Desde mi punto de vista, educar no siempre tiene que ir pegado a valores positivos y moralmente aceptados. Una persona que no tiene valores, que no es justa, que no se preocupa por lo demás educará del mismo modo que las demás personas a su hijo, esa persona será un educador de valores negativos para la sociedad, no obstante, seguirá siendo educador al fin y al cabo. Por esta misma razón la pregunta és: ¿Educar és suficiente? Todos sabemos educar, todos sabemos decir lo que está bien y lo que está mal en base a nuestro juicio pero ¿es nuestra forma de educar la realmente correcta? ¿Somos buenos educadores? ¿Estamos bien educados? Sinceramente, creo que nos encontramos ante preguntas que nadie puede contestar, nunca vamos a saber educar a una persona como la sociedad cree moralmente correcta y la respuesta reside en que ninguna persona tiene una educación plena, nadie deja nunca de educarse, con lo cual, nadie puede tener una educación plena.